miércoles, 17 de septiembre de 2014

Amigarte con tus problemas

Ya es momento de que lo aceptes. Generalmente insignificantes, a veces moderados y de vez en cuando enormes, los problemas y los desafíos forman parte de la vida. Es así de simple. Sin ellos, esta vida no sería esta vida. Y por más idílico que parezca, si tuvieses todo resuelto sería aburridísimo. Estarás de acuerdo entonces en cuanto a que escaparte o esconderte de los problemas carece absolutamente de sentido. Porque haciéndolo, les estarás dando tiempo el tiempo necesario para que crezcan y se desarrollen. En lugar de pelearte con tus problemas, adopta una estrategia diametralmente opuesta: Sal a su encuentro, sorpréndelos abrazándolos y agradeciéndoles su presencia, comprendiendo de una vez por todas que están allí para ayudarte, que si han venido es porque los necesitas. Desarrollarás entonces las habilidades necesarias para resolverlos, adoptarás las actitudes que, ya sabías, los resolverán. Descubre las oportunidades que se esconden detrás de cada problema y de cada desafío y estarás haciendo realidad aquello de que de las crisis, se sale fortalecido.

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