jueves, 30 de junio de 2016

Cerrando puertas

Cuando una puerta se cierra, otra se está abriendo ante ti. Conoces el refrán, ¿verdad? Aunque es absolutamente así, demasiadas veces estamos demasiado concentrados en el portazo. Y allí nos quedamos, pegados. Sin poder ver la rendija que se va ampliando, la puerta que se va abriendo, la abertura que se va desplegando ante nuestros ojos, ciegos a ella. Estate atento, cada vez que una puerta se cierre, que una oportunidad sea descartada, que una relación se termine. No te pierdas esa otra puerta, esa otra oportunidad, esa otra relación que la Vida te estará ofreciendo. Muchas veces, demasiadas veces, eres tú quien debe terminar de empujar la puerta que va quedando atrás. Es la Vida quien está mirando, atenta, a la espera de que te decidas y cierres esa etapa, ese intento, esa experiencia de una vez. Porque sólo una vez que hagas tu parte, ella hará la suya, regalándote esa nueva puerta, brillante y reluciente. Sea como sea, una vez que la veas frente a ti, una vez que logres reconocerla, da el paso fundamental. El que te hará atravesarla. Hazlo, aventúrate, atrévete, anímate, investiga, recorre el territorio que se extiende más allá de lo conocido, deja atrás la comodidad de tu zona de confort traspasando esa puerta que acaba de abrirse ante ti. Ve por ello y en lugar de arrepentimientos, cosecharás maravillosas recompensas.

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