viernes, 26 de agosto de 2016

Habla

Si las cosas no están saliendo como esperabas, compártelo. Si te sientes triste, angustiado, frustrado o preocupado, compártelo. Háblalo. Sin esperar soluciones mágicas. Sin ninguna falsa expectativa de que quien te escucha resolverá tu vida. Porque al compartirlo estarás poniendo en movimiento energías trabadas que necesitaban fluir. Y al expresarlo, al ponerlo en palabras, te estarás escuchando a ti mismo. Por más obvio que parezca, eso es muy distinto que seguir dándole vueltas en tu cabeza. El feedback, la respuesta, el consejo, el comentario o hasta el silencio que recibas de quien sea que te esté escuchando, podría darte la clave. Ese clic que te haría ver las cosas desde una nueva perspectiva. La llave que abrirá esa puerta que, tan cerca de ti, no estabas pudiendo ver. No tengas miedo al ridículo. No temas exponerte. Habla. Exprésalo. Y sentirás cómo se alivia la pesada carga que llevabas en tus hombros, mientras se afloja ese nudo que mantenía atado tu pecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario