jueves, 17 de agosto de 2017

Ajustando la perspectiva

En esos momentos en los cuales sientes que todo se traba, que la vida parece haberse empecinado contigo, detente y mira las cosas en perspectiva. Suele suceder que, cada vez que las cosas parecen haberse encaminado y todo marcha suavemente, algo pasa. Siendo pequeño jugabas con tus cubos, apilándolos. Y todo iba bien hasta que en cierto punto los cubos se desmoronaban y había que volver a empezar. En el juego de la vida pasa algo parecido. Sólo que ahora cuentas con herramientas que entonces desconocías. Puedes darte cuenta de que no TODO se ha desmoronado. No TODO está mal ni ha quedado patas para arriba. Quizás el terremoto esté siendo en lo laboral. O en lo afectivo. O con la salud, propia o de un ser querido. Quizás esté afectando un par de aspectos de tu vida a la vez. Pero TODO LO DEMÁS sigue estando en su lugar. No empeores la situación sintiendo que está “todo mal”. Las cosas son como son, es verdad, pero lo que realmente importa no es eso sino cómo tú las veas. Tu realidad depende de tu actitud y de tu perspectiva. Apóyate en todo lo que sigue estando bien, nútrete de todo lo que no ha sido arrasado por el tornado de la vida y recurre a esa energía positiva para enfrentar, de la mejor manera, lo que sea que se haya desmoronado.

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