Disfruta del logro

Siempre podría ser mejor. Si está bien, podría ser excelente. Si ya resulta eficiente, podría ser más eficiente aún. No es menos cierto, sin embargo, que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Disfruta del logro. Date un tiempo para saborearlo. Valora lo bueno antes de empezar a pensar cómo mejorarlo. Ser ambicioso es bueno. Así como buscar la excelencia lo es. Pero no permitas que esa actitud de búsqueda constante te impida valorar, disfrutar, saborear, aprovechar eso que buscabas, y que ya has conseguido. Felicitar, y felicitarte, reconocer, agradecer, festejar cada logro sirve, además, para recargar energías, preparándote para el próximo escalón. No te apures, no salgas corriendo en busca de la próxima meta sin antes haber disfrutado, a fondo y a conciencia, esa que ya has conseguido.