miércoles, 17 de enero de 2018

Ayuda a quien se deja ayudar

Que hagas todo lo posible por ayudar al otro está muy bien. Es una actitud muy positiva y valorable. Que lo llenes de consejos y que intentes transmitirle tu experiencia es una muy linda manera de demostrarle que te importa. Pero por lo general olvidamos que no hay ayuda que sirva en la medida en que el destinatario de la misma no quiera dejarse ayudar. Plantar una semilla, nutrirla, regarla, verla crecer hasta convertirse en brote, planta o árbol es hermoso. Pero nada de eso sucedería si la tierra en que la has plantado no fuese fértil. Estate atento. Tú también tienes una vida. Tienes una familia, amigos, hijos, pareja, un trabajo y actividades que necesitan de ti. Ayuda todo lo que puedas, sin llegar a contaminarte. Comprométete con la situación de aquél a quien sientes necesitado de ayuda, hasta el punto en el cual descuidarías otras áreas importantes de tu vida, áreas que merecen tanta o más atención que aquél. Ayuda, apoya, acompaña, motiva y guía. Mientras lo haces, observa cuánta de esa ayuda que tú siembras, está siendo realmente regada por aquél que la está recibiendo.

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